El ciclismo recorre las rutas urbanas de América Latina

La Bicicleta recorre las rutas urbanas

América Latina ve en el ciclismo urbano una solución a varios problemas.  Hablamos de una región que durante años ha tenido problemas con la infraestructura de vías de transporte. Es común pensar en grandes urbes atestadas de vehículos o unidades de transporte masivo colapsadas.

En algunas ciudades, como Latinoamericanas, hay sistemas de metro que ayudan a descongestionar las trayectorias superficiales.

Sin embargo, en varias urbes latinoamericanas se le ha dado un impulso importante al traslado en bicicleta como alternativa a los vehículos automotores.  ¿Y por qué? Pues es una modalidad beneficiosa en varios aspectos. Primero, es barata y exige infraestructuras sencillas. Es decir. Para que un ciclista pueda circular, solo basta la acera que usan los peatones o delimitar un espacio en la calle.

“En las ciudades de América Latina y el Caribe, el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano está creciendo significativamente y está ayudando a mejorar la movilidad, la equidad y el acceso a oportunidades socioeconómicas. El ciclismo urbano es una opción de movilidad con alto potencial para reducir algunos de los problemas de nuestras ciudades: la congestión de tráfico, la mala calidad del aire y las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático. La bicicletacomo opción de transporte contribuye al desarrollo y a la competitividad de las ciudades”. Escribió el Banco Interamericano de Desarrollo en su informe Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe, publicado en 2015.

Según ese documento, en la región las ciudades más avanzadas en este aspecto son:

• Bogotá.
• Rosario.
• Santiago de Chile.
• Río de Janeiro.
• Cochabamba.
• Buenos Aires.
• Montevideo.

Si bien todavía es mucho el camino por recorrer, en América Latina ya existen los ejemplos a seguir. Es cuestión de intercambiar experiencias, voluntad política y ciudadana para hacer de la bicicleta un medio de transporte cada vez más común y masivo.