Muchos de nuestros primeros recuerdos van ligados a la primera vez que montamos bicicleta, o a nuestra primera bicicleta en sí.
Y es que es completamente normal que desde temprana edad este vehículo de dos ruedas comience a llamar nuestra atención.
Aún de adultos atesoramos esos días en que nos sentíamos libres mientras montábamos bicicleta e incluso alguna vieja cicatriz conservamos con cierta nostalgia.
Hoy en día, posiblemente estemos pensando en regalarles a nuestros hijos, sobrinos o hermanos menores, su primera fuente de recuerdos de infancia. Sin embargo, para ello hay que tener en cuenta cuáles características son las que mejor se adecuan a su edad, estatura, etc.
Cuando buscamos una bicicleta para un adulto, se toma en cuenta la medida del cuadro –que realmente es el triángulo que compone el “esqueleto” de la bicicleta-.
Sin embargo, si la bicicleta que estamos buscando es para un niño o niña, debemos enfocarnos en otros detalles como lo es el diámetro de las ruedas.
Las medidas más comunes son las de rin 12”, 16”, 20” y/o 24”.
Si bien es cierto que tomar como referencia el diámetro de las ruedas es lo más común, no es más que simplemente eso, una referencia.
La mejor manera de comprobar si una bicicleta es acorde a nuestro niño, es realizar una “prueba de manejo” para comprobar que el pequeño se sienta y se vea cómodo en ella y que sea capaz de dominarla.
Este último punto es muy tomado en cuenta en la actualidad por las casas fabricantes, dado que los diseños modernos están pensados con la intención de que sean más ligeros y, por ende, más fáciles de dominar tanto por niños como por adultos.
En el caso de las bicicletas para niños, aunque no lo parezca, el tema del peso es importante, porque al tener ruedas de pequeñas dimensiones y bielas recortadas, se requiere un mayor esfuerzo para ponerlas en movimiento.
Consejos para los padres y representantes
Algunos puntos a tomar en cuenta para elegir la bicicleta indicada son:
1.- El niño, montado en la bicicleta, debe ser capaz de tocar el suelo con los dedos de ambos pies.
2.- Con el niño de pie, con una pierna a cada lado de la bicicleta (como si fuera a montarla, pero sin estar sentado en el sillón), debe calcularse una distancia aproximada de 2,5 centímetros entre el tubo del cuadro y su entrepierna.
3.- Debe ser capaz de alcanzar el manubrio con los codos levemente flexionados para un mayor agarre. Si llega con los brazos totalmente estirados, esa bicicleta no es para él.
4.- Es necesario que pueda alcanzar las palancas de freno y, a su vez, aplicar la fuerza que estas requieren para ser accionadas.
Olvídese de la idea de comprar una bicicleta más grande, con la excusa de “podrá usarla por más tiempo”.
Esto puede causar daño físicamente y además puede frustrar al niño por no poder montarla con comodidad y facilidad.
Recuerde tener en cuenta las medidas de seguridad. Es muy importante que el niño se acostumbre a utilizar el casco cada vez que vaya a utilizar la bicicleta.
Es primordial que la bicicleta tenga etiquetas reflectantes y, en la medida de lo posible, que cuente con guardafangos y guardacadena.
Este último, evitará que la ropa o incluso las trenzas de los zapatos se enreden entre la cadena y el disco y así podrá evitarle a su niño más de una caída.
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